Vila Nova de Milfontes
Una de las visitas que he querido hacer desde hace muchos años es «Vila Nova de Milfontes» un pueblo del Alentejo, en la costa de Portugal, bañado por el RÃo Mira y el océano Atlántico.Â
Este verano finalmente surgió la ocasión y decidimos ir a pasar el dÃa. Son aproximadamente 2 horas de viaje desde Lisboa, por lo que puedes ir y volver en el dÃa.
Actualmente la principal fuente de ingresos es el turismo, pero afortunadamente mantiene ese encanto de los pueblos «pequeños».
Llegamos hasta el centro y al ver las playas que habÃa al otro lado del rÃo decidimos ir hasta allà y quedarnos el resto de la mañana. La Playa de las Furnas tiene ese encanto de las playas semi vÃrgenes, donde el hombre apenas ha modificado el entorno.
La arena es fina y puedes optar entre bañarte en las aguas del RÃo Mira o «jugar» con las olas del Atlántico.
Para comer volvimos a Vila Nova de Milfontes. En la misma calle que te lleva al centro puedes encontrar varios restaurantes donde comer. Las mil y una formas de hacer bacalao, las carnes y los pescados al carbón suelen ser los protagonistas en las cartas. Deciros que no hay tapas como tal. Muchos restaurantes te proponen aperitivos pero no son «regalo de la casa», si no los quieres dÃselo directamente al camarero para que los retiren y que no te los cobren. Los platos (raciones) son normalmente de un tamaño más que suficiente para ser plato único, por lo que si pides varias cosas para picar, puede que te sobre comida. Por lo general, comer en Portugal es más económico que hacerlo es España.
Después de comer tenÃamos que ayudar a bajar la comida e hicimos una visita rápida por el centro. Lo primero que vimos fue la zona del Faro desde la cual puedes ver las playas, o como el rÃo y el océano mezclan sus aguas.
Desde allà fuimos al «Forte de São Clemente» o «Castelo de Vila Nova de Milfontes«:
Su Iglesia blanca (como casi todas las portuguesas) y en este caso con los contornos en azul, una tradición muy habitual en las casas del Alentejo.
Era hora de continuar con el viaje, pero con la sensación de que esta visita no quita otra.