Montemor o Novo es una de esas localidades o ciudades que «tardas» en visitar porque siempre vas de camino a…

Puede que haya pasado al lado decenas de veces, pero este verano decidimos incluir la visita en nuestra ruta.

Esta ciudad del Alentejo portugués es rica en historia de la que os dejo algunos datos que están disponibles en la web del Ayuntamiento, por si queréis tener más información:
El municipio recibió fueros de los reyes D. Sancho I (1203) y de D. Manuel (1503) y tuvo un importante papel en la lucha contra la ocupación castellana (1580 – 1640) y durante las invasiones francesas (inicio del s. XIX).
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En Montemor, en 1496, tomó D. Manuel I la decisión histórica de mandar descubrir el camino marÃtimo a la Ãndia, durante los consejos generales que se realizaran en la ciudad.
En el recuento mandado realizar en 1527 por D. João III, el primer censo de población hecho en Portugal, contaba con 899 hogares, quedando en sexto lugar entre las tierras del Alentejo. D. Sebastião le dio, en 1563, el tÃtulo de Villa Notable, atendiendo a que era «lugar antiguo y de gran población» cercada y ennoblecida con iglesias, templos, monasterios y muchos otros edificios y casas nobles»
Pertenecen a esa época algunas de las más importantes obras de arquitectura existentes en la ciudad, como la Misericórdia, los Conventos de la Saudação, de S. Francisco y de Stº António, la Ermita de Nª Srª da Visitação, el Hospital Velho y el portal de la iglesia de Stª Maria do Bispo. En el plano histórico, algunos acontecimientos sobresalen por parte de la población. Entre ellos destacan: la resistencia a la primera invasión francesa, comandada por Junot, en 1808, junto al puente de Lisboa;
 
Dentro de la zona de murallas, que sorprende por su dimensión, puedes encontrar restos del castilo, torres, la antigua iglesia de S. Tiago – un edificio del siglo XIV (actualmente es el Centro de Interpretación Castelo de Montemor-o-Novo, con una muestra de aspectos de la historia y evolución de la antigua ciudad amurallada, a través de una exposición permanente y exposiciones temporales), una zona arqueológica y unas magnÃficas vistas de la ciudad.
Después de comer, dimos un pequeño paseo (en verano, en esta zona, las temperaturas son bastante elevadas), pero claro, no podÃamos irnos sin guardar unas imágenes para el recuerdo:



Un saludo,

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